Ácido hialurónico: todo lo que debes saber

El ácido hialurónico es una sustancia líquida que se encuentra en nuestro organismo de manera natural y forma parte del colágeno que producimos. Con el paso del tiempo, nuestro cuerpo va disminuyendo la cantidad de ácido hialurónico que produce, cuyas consecuencias se reflejan en nuestra piel: vamos perdiendo elasticidad y aparecen arrugas; y en nuestras articulaciones.

Esta sustancia se ha convertido en uno de los activos antienvejecimiento más populares en la actualidad; y no es para menos. Sus extraordinarias propiedades actúan de forma efectiva en la recuperación de la vitalidad de los tejidos y de las capas de la epidermis. Así, es capaz de retener las moléculas de agua en la piel, garantizar la efectividad de una hidratación profunda y hacer que la piel luzca un aspecto suave sin perder naturalidad.

Otro de los aspectos positivos del ácido hialurónico es que su fórmula está ideada para suavizar las líneas de expresión y las arrugas más evidentes. Esta sustancia la produce naturalmente el cuerpo, pero con los años empieza a mermar su producción. Es entonces cuando cobra importancia la aplicación tópica e inyectable. De esta manera, la piel puede obtener el volumen e hidratación que estimula la elasticidad y firmeza que la hará lucir joven por más tiempo.

¿Para qué sirve el ácido hialurónico?

Dentro de nuestro cuerpo, el ácido hialurónico podemos encontrarlo, principalmente, en tres zonas, cumpliendo tres funciones diferentes:

• En las articulaciones:  evita las fricciones dolorosas.
• En los cartílagos: funciona como reconstituyente.
• En la piel: actúa como hidratante y la mantiene tersa.

Tales son los beneficios de este activo, que se diseñó su aplicación externa para mejorar múltiples aspectos. De sus múltiples aplicaciones, la más reciente es el ácido hialurónico en medicina estética. Es importante resaltar que la composición molecular del ácido para hidratar no es la misma que se usa para rellenar, y no se aplica de la misma manera. Sin embargo, puede nutrir el tejido de la epidermis y sus proximidades, a nivel reconstructivo. Lo que significa es que es capaz de revitalizar las capas superiores y facilitar la reparación celular, proporcionando un aspecto saludable.

Este es un producto que te ayudará a conseguir una piel sana y bonita, como ocurre con el vial ácido hialurónico, especial para el tratamiento de cicatrices y arrugas. A continuación, veamos los usos más comunes y sus beneficios.

Ácido hialurónico como fórmula antienvejecimiento

Sea en cremas, serum o vía oral, el ácido hialurónico está siendo utilizado como un activo aliado del embellecimiento de la piel del cutis. Al pasar la barrera de los 30 años, la piel suele perder firmeza y volumen. Además, la contaminación y la exposición a los rayos solares repercuten de forma activa en la pérdida de la elasticidad e hidratación. Este ácido sirve para mantener el balance, al actuar como recuperador de la humedad natural de las capas y la lozanía. Con la aplicación tópica se logra mejorar la textura cutánea, al suavizar las líneas de expresión alrededor de los ojos, revitalizar el área de los pómulos y suavizar los surcos nasogenianos.

Como relleno para dar volumen

Este activo ya forma parte de los tratamientos específicos de rejuvenecimiento médico-estético. Y es que es efectivo a la hora de proporcionar volumen en las partes del rostro que lo necesitan. Las fórmulas para relleno poseen reticulares de alta densidad molecular que, al inyectarse, generan un aumento en la zona específica de la aplicación, proporcionando la firmeza natural. Otro aspecto positivo es que consigues combatir la rugosidad, y alisar las cicatrices.

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